14.4.09

ALOCADA AVARICIA

(C) Ilustración: Tomás Espina

AVARO:
¡Oh! Es... una ilusión... un sueño, una alucinación lo que estoy viendo. Aquí, frente a mí de nuevo. ¿Cómo has vuelto? Sería demasiado cruel que no fueras más que un espejismo. Un sueño que se desvanecerá al intentar tomarlo. Tengo miedo, miedo de tocarte, de acercar mis manos que te desean y de pronto no seas cierto. Te toco, no te toco. ¿Debo o no debo acariciarte cofrecito, abrazarte contra mi pecho?

(Con temor y cautela se acerca al cofre y finalmente lo toca y llenándose de júbilo se abraza a él a medida que se vuelve certeza real su materia.)


¡Oh! cofrecito, cofrecito, ¡Ay! me devuelves la vida, vuelve la sangre a mi cuerpo, respiro mucho mejor, te guardaré bajo tierra donde nadie te descubra, te esconderé donde nadie imaginárselo pueda. Cofrecito, cofrecito. Tu y yo solitos.

(Surge entre gritos y risotadas Satanás.)

DIABLO:
¿A dónde vas gusanito?

AVARO:
¿Qué pasa? ¿Qué es lo que deseas?

DIABLO:
La mitad de tu fortuna, esa ha sido la condena.

AVARO:
No diablito querido, no, mi oro no,
no puedes quitarme mi oro.

DIABLO:
¿A qué llamas oro tuyo? ¿No quieres pagar tu deuda? ¿Quieres que me enfurezca?

AVARO:
No, no puedo separarme de lo que me da la vida y razón de mi existencia.

DIABLO:
Ya se agota mi paciencia
has firmado tu sentencia
ahora me llevo todo
a ti junto con tu oro
a mis oscuras cavernas.

AVARO:
¿Junto con mi oro?
AI infierno pero con mi oro
eso si, al infierno los dos juntitos
con mi oro, si, al infierno,
pero con mi oro
los dos juntitos en el infierno
uno y otro para siempre en el infierno ...

(Tremenda carcajada de Lucifer llevándose a ambos elementos al infierno.)

DIABLO:
¡]a, ja, ja, ja! los meteré en un caldero
a cocinarlos a fuego lento
hasta volverlos sustancia destilada
esencia de la avaricia
que luego haré beber
a mis futuras víctimas.

(Salen el Demonio y lo que con él se !leva y surgen en escena los enamorados traídos por la muerte.)


LA MUERTE:
No se inquieten
no pierdan la paciencia
yo soy aquella que a todos espera
la de la cita postrera
ellos de su pasado no podrán recordar nada
acaban de ser nacidos
es ley que caiga el olvido
sobre las cosas pasadas
para que puedan amarse
sin estorbos ni fantasmas.

LUCÍA:
Hace mucho, mucho tiempo
yo recuerdo haberte visto.

ANSELMO:
Tu belleza se me hace
también algo conocido.

LUCÍA:
Es posible que en algún sueño
algún sueño que he tenido
estuvo un ser como tú
haciendo que yo soñara
esto que ahora yo vivo.

ANSELMO:
Todo resulta tan nuevo
y a la vez tan conocido
desde siempre se me ocurre
te recuerden mis sentidos.
LA MUERTE:
Ellos han regresado
a vivir una vida nueva
pues
cada vez que un avaro se condena
el amor renace
y la vida se renueva.

Ustedes no se impacienten
yo soy aquella que a todos espera
cuídense de la avaricia
vieron cómo a los avaros
el demonio se los lleva
si quieren ir al infierno
ya saben como se llega
acumulando fortuna que es disfrazada pobreza
aquí termina esta historia
les dejo la moraleja
la avaricia a los mortales
al infierno se los lleva.

Autor: Roberto Espina

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